Alégrate, zurekin nauzu!
Nos despertamos prontito para aprovechar el segundo día tan intenso que nos esperaba en Florencia. Desayunamos todos juntos y nos dividimos en diferentes grupos para ir a la academia y a los Uffizi. Sin duda el momento más impactante fue cuando pudimos apreciar el gran tamaño de David de Michelangelo. Luego nos dejaron tiempo libre y fue ahí cuando degustamos nuestra mejor carbonara. A la tarde nos adentramos en las calles de Florencia y ahí algunos aprovecharon para entrar en la catedral de Santa Maria del Fiore. Más tarde muchos de nosotros nos fuimos de compras para llevar pequeños detalles para nuestras familias. Para terminar cada uno disfrutó de su cena y nos fuimos todos juntos al albergue para recargar las pilas para el día siguiente.
!Tururu Tururu¡